Intolerancia. ¿Cada día somos más intolerantes? 3 ejercicios prácticos para aprender a ser más tolerantes.

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Índice

Introducción

El día 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer donde casos de violencia y agresión que viven las mujeres son minimizados por sus victimarios como casos de “intolerancia” cuando no es así. La violencia es violencia y punto.

Sin embargo, a nosotros nos surgió una inquietud que queremos compartir contigo: ¿cada día nos estamos volviendo más intolerantes con los demás?

¿Has notado que - sin importar el país o ciudad - cada día nos muestran más y más noticias con aires amarillistas y hastas burlescos cómo “asesinado porque lo pisó”, “golpeado por estornudar”, “casi muere a golpes por acto de intolerancia”, entre muchísimos otros anuncios que te dejan helada la sangre?

Y ¿Qué es lo que está pasando entonces?

Pues, adentrémonos en los conceptos para analizar la situación.

¿Qué es la tolerancia?

Así como dijo el famoso pensador y filósofo Voltaire: “No comparto tus ideas, pero moriría por defender tu derecho a expresarlas”.

Tolerancia, intolerancia- Reinvéntate Carolina Montero

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La tolerancia es un valor moral que hace referencia al respeto que se tiene por las ideas, pensamientos o actitudes de los demás, aunque éstas no coincidan con las propias.

Es decir, es el nivel de aceptación que tenemos de escuchar lo que el otro dice y aunque haya discrepancias, lograr entender que son percepciones de cada quien, como resultado de su contexto, pautas de crianza y demás.

Ahora bien, entonces ¿qué es la intolerancia?

¿Qué es la intolerancia?

La intolerancia -por su prefijo “in”- sería entonces lo contrario de la tolerancia.

La intolerancia es entonces la habilidad o voluntad (sobre todo la voluntad) de no respetar o aceptar las ideas, pensamientos, actitudes, costumbres, entre otros aspectos de los demás.

Ejemplos drásticos de la intolerancia son el racismo, la homofobia (rechazo a una persona que guste de su mismo sexo) y la xenofobia (rechazo a una persona por ser de cierto país o cultura) y lastimosamente hay muchos más ejemplos.

Entendiendo lo anterior entonces….

¿Cada vez somos más intolerantes?

En estos momentos estamos en una sociedad con un desequilibrio frente a lo que pensamos y hacemos.

Tolerancia, intolerancia- Reinvéntate Carolina Montero

Es decir, cada día somos más conscientes de los valores que debemos cultivar para ser una sociedad más justa, equitativa y amorosa. Sin embargo, bajo ese mismo manto escondemos actitudes que llegan a ser intolerantes.

Por ejemplo: nos rasgamos las vestiduras por el cuidado del medio ambiente, hacemos alusión a que el calentamiento global no es un mito y que necesitamos acciones para menguar los daños que ya hemos hecho; pero otra parte, asesinan líderes sociales que hacen visible esta problemática y el resto de nosotros hacemos de oídos sordos.

Por lo anterior, como respuesta a la pregunta ¿Cada vez somos más intolerantes? Podemos determinar que lastimosamente sí, sí lo somos y por ello traemos 3 ejercicios prácticos que nos pueden ayudar a ser más tolerantes.

3 ejercicios prácticos para mejorar nuestra actitud tolerante

1. Introspección: es necesario ser conscientes de nuestros propios sesgos. Es decir, hacer un ejercicio de introspección tan minucioso que tengamos la posibilidad de saber qué aspectos, ideas y pensamientos tenemos arraigados. Esto no nos hará tolerantes en sí pero, al conocernos, entenderemos más sobre nosotros mismos y sobre cómo llevar una conversación sobre dichos temas.

2. Dialogar y enfocarse en los argumentos: enfócate en los razonamientos que hay detrás de las maneras diferentes de pensar, sentir y comportarse de los demás. De esta manera, explicando de la manera más razonada posible el por qué de estos pensamientos y acciones, nos alejaremos más de la intolerancia y será más probable que comprendamos a quienes no piensan como nosotros.

3. Sé realista: este es un ejercicio aún más complejo, pero que nos servirá de mucho. El ser realista implica tener el pleno conocimiento que nadie tiene la capacidad de conocer una verdad absoluta, así que nadie es más perspicaz que los demás por el mero hecho de pensar de una u otra manera. En cuestión de opiniones, nadie tiene la respuesta correcta.

Ser tolerantes implica que escuchemos, aprendamos, tengamos nuevas perspectivas sobre diferentes temas y aspectos que nos rodean.

El ser tolerantes no implica que pensemos como los demás pues tenemos el derecho de tener nuestras propias convicciones. No obstante, el ejercicio está en que podemos crecer como personas cuando estamos inmersos en diferentes pensamientos y actitudes.

Es así que deberíamos verlo como un ejercicio de crecimiento personal.

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