Sí ¡Los hombres también sufren violencia!
Este blog quiere discutir, como su título lo dice, la violencia sufrida por los hombres, pero ¿sabes exactamente cómo definir la violencia?
Te lo pregunto porque este concepto ha cambiado demasiado gracias a la exposición de formas de maltrato que teníamos normalizadas en nuestra cotidianidad, independiente del género en el ser humano.
Con eso en mente, te comparto una resumida definición de violencia antes de entrar en materia: “es cualquier acto que implique el uso de la fuerza física o verbal sobre otra persona o animal (también entran ellos aquí) generando daño sobre ellos intencional o accidentalmente”.
Ahora bien, cuando hablamos de violencia se hace alusión a que somos las personas las que sufrimos de esta situación y antes de hablar de tipologías de violencias; es indispensable reconocer que todos merecemos ser escuchados, entendidos y en especial, respetados por quienes somos.
Como se mencionó anteriormente, hay diferentes tipos y modalidades de violencia no porque sean aspectos separados; sino porque el categorizarlas individualmente permite su visibilidad y en específico, su condena. Uno de los tipos de violencia menos señalado es hacia el hombre; pues el aceptar que los hombres también sufren de violencia es inaceptable.
En Latinoamérica y Centroamérica, la violencia ha sido un acontecimiento constante en la realidad de miles de personas desde tiempos pasados, ya sea por el seguimiento de utopías, por la búsqueda de dignidad colectiva, por ejercer la decencia y democracia del pueblo, entre muchas otras situaciones. Y a nivel global, se reconocen guerras, por ejemplo, la que se vive en este momento entre Rusia-Ucrania y una suma en general de situaciones basadas en actos violentos que han permeado el pensamiento de toda la población.
Lastimosamente, también la violencia se presenta de tipo personal, laboral, económica, psicológica y un sinfín de modalidades que son resultados de infancias difíciles, sistemas económicos no funcionales, acceso laboral y educativo precario, pautas de crianza basadas en pensamientos machistas o matriarcales, entre muchos otros factores.
En las últimas décadas se le ha dado mucha importancia a la violencia hacia la mujer, se ha reconocido la violencia hacia la comunidad LGBTI+, incluso se ha evidenciado un grado alarmante de aumento en actos violentos hacia la infancia; pero, es poco común hablar de las diferentes modalidades de violencia a las cuales los hombres se ven expuestos y aún más difícil admitir el pensamiento de que "los hombres también sufren violencia". Y esto tiene una razón de ser.
Culturalmente, los hombres han sido criados desde su hogar, su comunidad y la sociedad en que son poseedores de fuerza bruta, los proveedores de su familia, y en especial, insensibles, es decir, que no es normal que lloren, que expresen sus sentimientos, que sean delicados -porque ya se llama amaneramiento- y así, muchos otros ejemplos de lo que NO puede ser un hombre.
Los hombres también sufren violencia
Por ello, cuando se presentan casos de violencia hacia el hombre; estos no lo reportan o lo toman como “algo normal” porque “no es varonil el que una mujer los golpee, no es aceptable frente a la sociedad que sea una mujer la que atente contra la vida de un hombre, asumiendo que el hombre es quien debe ser el fuerte.
Miles de mitos y una verdad. Sí, los hombres también sufren violencia. Sólo que es una violencia silenciosa, encasillada como de "menor importancia" o inexistente, una violencia que no da tregua y cobra vidas pero con poca trascendecia en la sociedad.
En Colombia se han presentado casos de extrema violencia de parte de mujeres hacia sus parejas. Casos psicológicos tales como decirle a su pareja que no es capaz de proveer o mantener a su familia, que no puede llorar porque lo tildan de homosexual o incluso, físicos como laceración o amputación de su miembro, cortadas, golpes, mordiscos e incluso, la muerte.
Una verdad silenciosa
Con todo este antecedente, nuestro primer consejo está guiado a que, si eres hombre y sufres de algún tipo de abuso o modalidad de violencia, no dudes en denunciar; recuerda que las personas deben pagar por sus actos y más si cuentan como infracción a tus libertades individuales.
En segundo lugar, por más difícil que sea el admitirlo ¡los hombres también sufren de violencia!
¡Excúsanos!
No es nuestro propósito ser incisivos con el tema pero nuestro propósito es que aceptemos que es una realidad que debe ser visibilizada y transformada
En tercer lugar, si te sentiste identificado con algún tipo de violencia en tu pasado, busca ayuda psicológica que te pueda guiar en la expresión de sentimientos, en la asimilación de la situación, y en general, en desarrollar herramientas para evitar que pase de nuevo en el futuro. ¡Aprendamos a poner límites!
Para finalizar, en Reinvéntate Carolina Montero conocemos lo difícil que puede ser el romper con los esquemas de la sociedad, donde está mal pedir ayuda, donde no puedes expresar lo que sientes porque te juzgan, pero mi querido amigo ¡Acá estamos para ti! Puedes agendar una cita en nuestra página web; recuerda que la confidencialidad es uno de nuestros valores éticos y profesionales.
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