Los siglos XX y XXI tienen la característica de ser las épocas del mayor acceso a la información, es decir que con el gran avance tecnológico, tenemos todo lo que queremos saber al alcance de un clic; sin embargo, también hemos identificado que este tipo de acceso viene de la mano con la desinformación y con la generalización de temas tan importantes como la maternidad; dicha generalización no involucra la depresión materna, los tipos de depresión materna y los síntomas de alerta como un común de ésta misma.
La maternidad, la infancia, el matrimonio, la vida en pareja, las finanzas, entre muchos otros conceptos son ahora pensamientos tan abstractos como la definición de la vida misma y esta diferencia es la que la enriquece; pues como seres sociales, todo lo que nos rodea cambia, se transforma, es flexible.
Es por esto que, en ocasiones, cuando tomamos un término como éstos y lo volvemos estático, sin movimiento, “único”, no permite que se nutra de las muchas situaciones que lo pueden llegar a permear y termina afectando a quien no lo ve de esta manera.
Me explico. Cuando romantizamos la maternidad como algo SIEMPRE bueno, positivo, perfecto, enriquecedor y la realidad no se adapta a este discurso, se crea lo que llamamos disonancia cognitiva. Bueno, y ¿qué es la disonancia cognitiva? Pues es esa desarmonía que genera el choque entre pensamientos, cuando nuestros pensamientos contradicen nuestros actos.
Entonces, vienen a relucir pensamientos como los siguientes: si me siento triste al enterarme que estoy embarazada, cuando no sé qué hacer con mi hijo, cuando no siento los “instintos maternales”, cuando lloro constantemente o cuando dudo de mí, ¿soy mala madre?
Todos estos pensamientos que vienen a tu mente se generan porque es más fácil culparse que identificar un diagnóstico de depresión materna, conocer los tipos de depresión materna e incluso, los síntomas de alerta para prevenir o tratar.
La respuesta más importante para ti ahora es: ¡No! ¡No eres mala madre!
Es normal sentir todo ese tipo de emociones y más en una etapa en la que ocurren cambios significativos a nivel físico, emocional y personal en una mujer; lo que no es normal (y es atribuible en algunos tipos de depresión materna y los síntomas de alerta) es que estos pensamientos y sensaciones continúen por un tiempo más largo de lo normal; es allí cuando necesitas buscar ayuda con los profesionales adecuados.
Así como te lo he explicado previamente, todo lo que nos rodea cambia notoriamente por nuestros pensamientos, el tiempo, la moda, etc. Lo que debes entender hoy es que las vivencias de cada quien son diferentes y si tienes algún tipo de tristeza profunda, episodios de llanto, pérdida de apetito, entre otras sensaciones, es que puedes estar pasando por una etapa de depresión materna
Por lo anterior, queremos ahondar en esta pregunta: ¿qué es la depresión materna?
Tabla de contenidos
Depresión materna y los síntomas de alerta
La depresión materna es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres durante el embarazo y después del parto. Según el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos1, las madres con depresión perinatal experimentan sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y fatiga que pueden dificultar que realicen sus tareas diarias, incluidos el autocuidado o el cuidado de los demás.
Existen 3 tipos de depresión materna, cada una con síntomas de alerta específicas para que estés presta a solicitar ayuda cuando lo requieras.
1. Tristeza posparto
2. Depresión perinatal
3. Psicosis posparto
1. Tristeza posparto
La tristeza posparto es un estado de alteración que surge como su nombre lo indica después del parto; puede durar normalmente entre 5 días a dos semanas. Trae consigo síntomas como:
- Irritabilidad
- Insomnio
- Falta de apetito
- Llanto de un momento a otro
Para esta categoría de depresión materna y los síntomas, es necesario que hables con tu pareja sobre lo que estás sintiendo, busques grupos de madres primerizas donde te apoyen con tu situación, estés en movimiento, hagas ejercicio e intentes dormir mientras tu bebé duerme; no te satures de cosas, si puedes delegar o dejar para otro día, ¡hazlo¡
2. La depresión perinatal
La depresión perinatal es aquella que abarca la depresión prenatal y la depresión postparto. Dentro de las categorías de depresión maternal, esta es más compleja y los síntomas pueden durar más tiempo. Por lo tanto, si sientes los siguientes síntomas es necesario que busques ayuda psicológica y médica de requerir algún tratamiento farmacológico.
Los síntomas son:
- Dormir mucho o poco
- Alejarse de la familia o de amigos
- No tener sensación de autocuidado
- Cambios severos en el estado de ánimo
- Poca o mucha atención al bebé
- Carencia de alegría o felicidad
- Dificultad para asumir las tareas del día a día
- Sentimiento marcado de insuficiencia, de fallo.
3. Psicosis posparto
Esta categoría de depresión materna se ve más común en casos donde la mujer tenga el previo diagnóstico de bipolaridad o esquizofrenia y puede presentar síntomas como:
- Alteración de la realidad
- Ver u oír cosas que no existen
- Voces de agresión física hacia ella misma o hacia su bebé
- Irritabilidad, hasta el punto de la violencia
- Repudiar los alimentos
En este caso, la ayuda psicológica y médica no es opcional.
Previamente, se logran identificar los diagnósticos de situaciones problema que son ya complejos; pero jamás creas que en la cotidianeidad el simple hecho de estar triste, agotada, que cambiar tus prioridades, tus amistades, que no tengas tiempo, entre otros; te hacen una mala madre. ¡Recuerda que lo que haces es una tarea titánica!
Si crees que necesitas ayuda con el tema de la depresión materna y los síntomas, contáctate con nosotros, pues en Reinvéntate Carolina Montero estamos para ti.
